Actualmente 80% de los pacientes con cáncer recibirán en algún momento este tipo de tratamiento y desafortunadamente muchas de las pacientes con cáncer de mama que llegan a radioncología son estadios localmente avanzados
La radioterapia es un pilar fundamental en el tratamiento del Cáncer de Mama, luego de que la paciente recibe quimioterapia y/o cirugía. Las pacientes pueden presentarse tanto en estadios tempranos de cáncer para irradiación de la mama luego de cirugía conservadora, en estadios intermedios para tratamiento de la pared torácica y áreas ganglionares y finalmente en estadios avanzados para irradiación de las posibles lesiones metastásicas, desafortunadamente muchas de las pacientes con cáncer de mama que llegan a radioncología son estadios localmente avanzados.
Cómo se realiza este tratamiento.
La radioterapia es un tratamiento 100% ambulatorio e indoloro suele administrarse 5 días a la semana, dependiendo del diagnóstico puede variar entre 5 y 8 semanas. Previo al tratamiento se realiza una tomografía en una posición determinada, la cual deberá ser exactamente la misma durante los días que dure la radioterapia; con éstas imágenes el oncólogo radioterapeuta definirá el área o regiones a tratar y cuáles órganos debe proteger, posteriormente el físico médico o el dosimetrista realiza los cálculos necesarios según el plan de tratamiento, el cual es nuevamente revisado por tu oncólogo radioterapeuta y también por un auditor interno oncólogo radioterapeuta, una vez aprobado el tratamiento por ambas partes, es enviado directamente al equipo conocido como acelerador lineal, donde el físico médico realiza controles de calidad propios de cada plan. Una vez que todo esté listo se comunicarán con el paciente o familiares para acordar una fecha de inicio.
Efectos secundarios
El objetivo de la radioterapia es administrar una dosis de radiación a un volumen previamente definido, causando la menor cantidad de efectos secundarios, ya que procuramos irradiar lo menos posible tejidos sanos. En el caso del cáncer de mama, las localizaciones más frecuentes de radiodermitis son el surco submamario y los pliegues de la axila.
Generalmente evoluciona desde un enrojecimiento leve – moderado, pudiendo estar acompañado de prurito (picor), descamación seca y en algunos casos descamación húmeda, de allí la importancia de ser evaluada por tu radioncólogo.
Cuidado de la piel durante la radioterapia
La zona de la piel donde se recibe radioterapia se lastima con facilidad y necesita protegerse de lesiones, algunos consejos para cuidar tu piel durante el tratamiento son:- Lavar la zona con agua tibia y jabón suave con pH neutro, secándola bien dando toquecitos y no frotando. – No te rasques. – No uses desodorante, ni te afeites. – No uses lociones. – Protégete del sol la zona tratada. – No utilices ropa apretada. – No uses sostén – Evitar exponerte al calor o al frio.
Los cambios en la piel ocurren gradualmente, pero desparecerán al finalizar el tratamiento, si tienes alguna molestia debes ser evaluada por tu oncólogo radioterapeuta, a quien probablemente no podrás ver todos los días, pero siempre contarás con un tecnólogo en el acelerador lineal, que ante cualquier eventualidad notificará a otros miembros médicos del equipo, para actuar acorde al caso.