El tumor carcinoide. Un tumor poco conocido.

Los tumores carcinoides constituyen un tumor de crecimiento lento que forma parte del grupo de los tumores neuroendocrinos. Se pueden originar en diferentes partes del cuerpo, como el estómago, los intestinos, el apéndice y los pulmones, entre otros. Esta lesión se desarrolla a partir de células capaces de producir hormonas, las cuales son sustancias químicas que viajan por la sangre y pueden causar los síntomas y signos que presentan los pacientes. Este tumor se diagnostica más frecuentemente entre los 40 y 65 años, afectando a hombres y mujeres por igual.

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Factores de riesgo, signos y síntomas.

En cuanto a su desarrollo, pueden verse en pacientes con mutaciones heredadas en genes como el MEN1 o pueden presentarse esporádicamente, por ejemplo, relacionados a enfermedades que destruyen las glándulas del estómago, conllevando a pobre secreción de ácido.

En cuanto a los signos y síntomas, a diferencia de otros tipos de cáncer, a menudo los tumores carcinoides no causan síntomas o pueden ser escasos o vagos. Dentro de los más comunes se puede mencionar:

– Enrojecimiento facial.
– En los tumores gastrointestinales: diarrea, dolor en el abdomen bajo, estreñimiento, náuseas y vómitos.
– En los de origen pulmonar: tos, dificultad para respirar, silbidos al respirar, fiebre.
En algunos casos, la presencia de un tumor carcinoide se puede manifestar con lo que se conoce como Síndrome Carcinoide, lo cual es el resultado de gran producción de hormonas por el tumor, y se caracteriza por presentar mayor intensidad de sofocos, enrojecimiento de cara y cuello, dolor abdominal, diarrea, respiración difícil, silbidos parecidos al asma, así como taquicardia.

Evaluación y diagnóstico:

Los tumores carcinoides muestran crecimiento lento por lo que sus síntomas se presentan de forma lenta y en períodos largos. Es común que la detección de los tumores carcinoides ocurra incidentalmente durante un procedimiento para otra enfermedad. El diagnóstico puede hacerse de diferentes maneras: Después de un examen físico y un interrogatorio sobre los síntomas, para confirmar o descartar el diagnóstico el médico ordena exámenes, como:

– Análisis de sangre completo con evaluación de hormonas específicas,
– Análisis de orina,
– Sonografía,
– Tomografía,
– Resonancia magnética.

Además, se realiza una biopsia (se estudia al microscopio un poco de la lesión) para determinar el diagnóstico e identificar la naturaleza del tumor. También pueden hacerse estudios de inmunohistoquímica para confirmar el diagnóstico.

Tratamiento

Dependiendo de la naturaleza del tumor, su ubicación, extensión y el estado general del paciente se decide el tratamiento a seguir, que puede incluir cirugía, quimioterapia y/o radioterapia. Este tratamiento debe ser definido por un grupo multidisciplinario de especialistas en oncología conformado por el médico oncólogo, el radioterapeuta y el cirujano quienes ofrecerán la mejor opción de tratamiento al paciente.

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