En cuanto al tratamiento del cáncer de mama, son varias las alternativas de que dispone la ciencia médica en la actualidad para tratar de contrarrestar esta problemática. Dentro de estas opciones, la cirugía como tratamiento es una opción para la paciente dependiendo del grado, del tipo, del tamaño, localización, y de la extensión del tumor. Aún con los avances en los demás métodos de tratamiento de que disponemos en la actualidad para combatir el cáncer como son los modernos agentes antineoplásicos y los adelantos en los equipos de radioterapia, no hay dudas de que la cirugía sigue siendo el elemento más importante para lograr la curación de la enfermedad.
Los pacientes candidatos a cirugía inicial son aquellos con un tumor cuya valoración clínica ha demostrado que no se trata de un caso avanzado, no presentan adenopatías axilares y por supuesto que no se haya extendido de forma sistémica a otros órganos. Entre las metas que persigue el tratamiento quirúrgico del cáncer del seno, las más importantes son mejorar la supervivencia y lograr un adecuado control local de la enfermedad.
Tipos de cirugía
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La Cirugía Preservadora. Tiene como objetivo extirpar el cáncer y parte del tejido normal circundante. Este tipo de cirugía se complementa con un tratamiento de radioterapia, y también puede ser necesario la aplicación de quimioterapia con el fin de destruir las células tumorales que puedan quedar en la mama.
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La Cirugía Radical. Conocida también como Mastectomía que dependiendo la cantidad de tejido que se elimine puede ser Simple, Subcutánea, Radical Modificada o Tipo Halter. De acuerdo a los nuevos conocimientos sobre cáncer mamario el tratamiento quirúrgico se ha hecho más racional y hoy son muchas las enfermas a las que se les puede ofertar preservar su senos sin que esto represente peligros de recaídas. Con la cirugía conservadora se trata de lograr el control local de la enfermedad y un resultado estético satisfactorio para la mujer.
Efectos secundarios
Como todo proceso quirúrgico la cirugía de mama no está exenta de efectos secundarios y posibles complicaciones, dentro de la más comunes están:
Perdida de la sensibilidad:
Es uno de los síntomas más frecuentes en la zona de intervención, la pérdida de sensibilidad en el área mejora con el tiempo y desaparece aproximadamente al añodespués de la cirugía.
Dolor:
Es normal que se sienta dolor en el área en la que se realizó la cirugía, su cirujano le indicara los medicamentos necesarios para aliviarlo, pero si el dolor no disminuye es importante que la paciente lo informe a su médico para evitar alguna posible complicación.
Seroma:
Es la acumulación de líquido en la zona de la cicatriz, tiene una textura blanda al tacto. En algunos casos se necesita drenar este líquido para aliviar los síntomas y desaparece en algunas semanas sin dejar secuela permanente.
Cicatrización:
El proceso de sanación de la herida será diferente de acuerdo al tipo de cirugía que se realice, pero todas requerirán del mismo cuidado, mientras no se retiren los puntos el cuidado y limpieza de la cicatriz son realizados por el cirujano y una vez retirados los puntos se debe mantener una higiene optima en el área para evitar posibles infecciones.
Linfedema:
Este padecimiento se produce cuando se extirpan los ganglios linfáticos pues se acumula líquido en el brazo del mismo lado de la intervención, provocando un aumento de su tamaño, puede producirse inmediatamente, o bien meses después de los tratamientos y es más común en las mujeres que se les extirpan muchos ganglios durante una cirugía.
Dr. Mario Furcal Aybar
Cirujano Oncólogo
Gerente del Centro Quirúrgico del Instituto Nacional de Cáncer Rosa Emilia Sánchez Pérez de Tavares (INCART).