Importancia de la higiene de manos en el cuidado del paciente oncológico.

El pasado 05 de mayo como cada año se celebra el día mundial de higiene de manos. El objetivo de esta celebración es resaltar la importancia de un correcto lavado de manos y con esta acción  garantizar  la seguridad y la calidad de la atención brindada a los pacientes.

Según la Organización Mundial de la Salud, cada año, al menos 2 millones de pacientes en los E.U;  contraen una o más infecciones relacionadas con la atención tanto dentro como fuera del hospital. En los países en vía de desarrollo estas cifras pueden duplicarse. Se estima que 1 de cada 10 pacientes puede  sufrir  una infección  en el transcurso de su tratamiento.

Durante el proceso  del cuidado de los pacientes oncológicos,  varios factores juegan un papel  importante.  La higiene de manos  es uno de los factores cruciales en la recuperación  de los pacientes oncológicos, ya que esta sencilla acción ha salvado millones de vidas en los últimos años.

Las manos son la principal vía de transmisión de gérmenes y bacterias, algo que debe tener muy en cuenta el cuidador del paciente,  las manos se encuentran  en contacto con innumerables  objetos, superficies  y personas.   La propagación de las bacterias  puede retrasar  la recuperación de  los pacientes oncológicos.

Una correcta higiene de manos previene la contaminación con enfermedades  ya que esta  interrumpe el ciclo de transmisión de las enfermedades  que se propagan  a través del contacto de persona a persona  o de objeto a persona y que pueden significar profundas complicaciones para la salud de los pacientes oncológicos tanto dentro como fuera de la casa.

Es importante destacar que tanto el personal de salud del centro de atención como el cuidador del paciente de cáncer deben lavarse las manos en las siguientes situaciones:

  • Antes y después de manipular los alimentos que va a ingerir el paciente.
  • Antes y después de curar heridas, manipular catéteres o sondas.
  • Antes y después de la aplicación de medicamentos.
  • Después de tocar o manipular sustancias orgánicas ( sangre, orina, heces).
  • Antes y después de comer.
  • Después de ir al baño, toser o estornudar.
  • Luego de haber tocado objetos “ visiblemente sucios”.
  • Cuando el paciente llega a la casa después de estar en el hospital o en el trabajo.

Los  productos para realizar la  higiene de manos deben  ser antisépticos y tener un bajo potencial de irritación, especialmente cuando  estos se utilicen con frecuencia. Los jabones antisépticos  contienen sustancias que por su composición se pueden utilizar de forma segura sobre la piel y  a su vez permiten la  eliminación de  bacterias y gérmenes.

La higiene de manos  con soluciones hidroalcohólicas se utilizan como alternativa al lavado de mano con agua y jabón, ya que son fáciles de aplicar, tienen  gran rapidez de acción, pueden utilizarse  en lugares sin  acceso a agua  y no requieren  secado.

Un correcto lavado de manos es una de las principales prácticas para prevenir la propagación de bacterias e infecciones en todos los ambientes.

Dra. Glenny Mirabal Alvarez.
Enc. Programa de Prevención de Infecciones Intrahospitalarias – INCART.

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