Obesidad y enfermedad renal crónica

La obesidad se define como la acumulación excesiva de grasa que puede afectar la salud. Es un potente factor de riesgo para el desarrollo de la enfermedad renal.

La enfermedad renal crónica (ERC) es un problema creciente a nivel mundial con una prevalencia estimada cercana a 10% y la mayoría de las personas que están en fases tempranas no tienen conocimiento de su existencia, pudiendo evolucionar a la insuficiencia renal terminal si es que no media algún tipo de intervención.

Los factores de riesgo clásicos que predisponen a desarrollar una ERC son la hipertensión arterial (HTA), Diabetes Mellitus (DM), edad superior a 60 años, presencia de enfermedad cardiovascular y la existencia de familiares en diálisis o sometidos a un trasplante renal. Otros factores de riesgo descritos son el síndrome metabólico, tabaquismo, dislipidemia, sedentarismo y, la obesidad, que es la que destacamos el día de hoy.

La obesidad es un problema actual de salud pública que ha alcanzado proporciones epidémicas y con una tendencia creciente a nivel mundial, generando altos costos socioeconómicos y una disminución en la esperanza de vida, estimándose que en el mundo para el año 2025 la obesidad afectara el 18 % de los hombres, y el 9% de las mujeres.

“Las personas en sobrepeso u obesidad tienen de 2 a 7 veces más posibilidades en desarrollar enfermedad renal crónica en comparación a las personas de peso normal.

¿Cuál es la relación entre obesidad y enfermedad renal crónica?.

Cuando una persona es obesa, los riñones tienen que trabajar con más esfuerzo, filtrando más sangre de lo normal para satisfacer la demanda metabólica del aumento del peso corporal. Este aumento de la función puede dañar los riñones y aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades renales a largo plazo.

Así, independiente del desarrollo de diabetes e hipertensión, la obesidad puede provocar un síndrome de hiperfiltración glomerular explicando la existencia de microalbuminuria.

La hipertensión arterial, acompañante común de la obesidad, es reconocida por acelerar la progresión de enfermedad renal y los sujetos que presentan además microalbuminuria e insulino resistencia pueden desarrollar más fácilmente enfermedad renal y vascular significativa.

La buena noticia…

Es que la obesidad, así como la ERC, es en gran medida prevenible. Se necesita poner más énfasis en la promoción y educación sobre los riesgos y consecuencias nocivas de la obesidad y su asociación con la enfermedad renal, crear conciencia junto a un estilo de vida saludable, que incluya una nutrición adecuada y ejercicio, pueden ayudar a prevenir la obesidad y por ende reducir el riesgo de enfermedad renal.

¿Qué debo hacer para cuidar mis riñones?

• Evitar el sedentarismo.
• Comer alimentos saludables para asegurar una buena nutrición y un buen control de glucemia.
• Mantener controlada la presión arterial.
• Mantener el peso bajo control.
• Hidratación adecuada. “Tomar de 2 a 3 litros de agua al día.
• No fumar.
• No automedicarse.
• Realizar ejercicios.

Escrito por:
Dra. Cristina Pereyra Castro.
Nefróloga-Internista.
Centro de Medicina Interna del Instituto Nacional de Cáncer Rosa Emilia Sánchez Pérez de Tavares (INCART).

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