La Rehabilitación Oncológica

La medicina física y rehabilitación, también conocida como fisiatría, es la especialidad médica que se ocupa del diagnóstico, evaluación, prevención y tratamiento de la discapacidad, encaminados a facilitar, mantener o devolver el mayor grado de capacidad funcional e independencia posible al individuo.

La rehabilitación oncológica es un área de la medicina física de la cual disponemos para mejorar el funcionamiento físico, emocional, social y laboral de los pacientes con cáncer, antes del tratamiento, durante y después del mismo. Con esto se busca mejorar la calidad de vida de los pacientes, en todos los estadios de la enfermedad.

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La atención de la rehabilitación oncológica debe ser dirigida en dos sentidos: la prevención y la rehabilitación integral. La prevención se logra por medio de medidas para evitar el establecimiento de secuelas discapacitantes o el aumento de la misma. La rehabilitación integral debe comprender aspectos físicos, cognitivos, emocionales, espirituales, sociales, educativos, ocupacionales y vocacionales. El tratamiento y cura del cáncer producen cambios físicos, emocionales y psíquicos que interfieren con la vida diaria del paciente presentando complicaciones como son: dolor, linfedema, disminución del rango de movimiento, fatiga, debilidad muscular, depresión, neuropatías, déficit cognitivo, entre otros. Es por esto que la rehabilitación oncológica es altamente recomendada en todo proceso de tratamiento de cáncer ya que a través de ella vamos a disminuir la discapacidad derivada de los efectos no deseados del proceso de curación.

El programa de rehabilitación oncológica se lleva a cabo a través de la colaboración de un equipo multidisciplinario, el cual crea de acuerdo a cada tipo de enfermedad oncológica, un plan de rehabilitación personalizado con protocolos basados en evidencia.

Rehabilitación y cáncer de mama

Dentro del manejo interdisciplinario del Cáncer de Mama, la rehabilitación juega un papel muy importante cuando se hace referencia a la mejora de su calidad de vida y a la recuperación del bienestar tanto físico como psicológico de la paciente. Después de la cirugía o la radioterapia, es común que se produzca dolor, hinchazón en el brazo, debilidad muscular, dolor en la región del cuello y del hombro asociado a espasmo muscular, cambios posturales y limitación de movimiento del hombro en el lado operado.

El tratamiento fisioterapéutico en mujeres que se han sometido a una cirugía por cáncer de mama puede tener una duración de hasta un año y debe iniciarse entre las 24 y 48 horas después de la cirugía, en esta etapa el tratamiento está dirigido a la prevención del linfedema, dolor, aumento de la movilidad del hombro intervenido, corregir posturas viciosas, vencer la rigidez de cuello y espalda alta, así como el tratamiento de la cicatriz. Y cualquier otra complicación que haya sido producida por el tratamiento de quimioterapia, radioterapia o tratamiento hormonal antes de la cirugía, como son las neuropatías y la fatiga.

Por otro lado, en los últimos años se ha detectado un porcentaje elevado de mujeres que se someten a tratamientos contra el cáncer de mama, experimentan algún problema cognitivo como efecto secundario, conocido mundialmente como ChemoBrain. Como por ejemplo: Dificultad para concentrarse o prestar atención, dificultad para recordar cosas, problemas relacionados con la comprensión o el entendimiento y entre otros. Y por tanto se acude a la rehabilitación Neurocognitiva, que es una intervención terapéutica con el objetivo de optimizar la recuperación de las funciones cognitivas afectadas, así como facilitar estrategias que permitan compensar los déficits cognitivos.

Escrito por:
Dra. Lilliam Soto
Médico Fisiatra
Gerente del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Instituto Nacional de Cáncer
Rosa Emilia Sánchez Pérez de Tavares (INCART).
Ave. Bernardo Correa y Cidrón Esq. Rafael A. Sánchez Ravelo, Zona Universitaria. Sto.Dgo.
Telf. 809 – 289 – 2700

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